Un cuento fuera del momento

Por: Ilse Sheccid Gutiérrez Mendoza

Hace mucho tiempo en una tierra muy lejana, vivía una pareja de torinos, la mujer se llamaba Seci y el hombre se llamaba Lacksi. Ambos tenían una rutina en sus vidas, se despertaban con un beso cada quien, se bañaban y en lo que Seci pensaba el desayuno él se bañaba, los dos eran “felices” viviendo lo que se le podría llamar vida normal y tranquila… Ellos eran de una raza muy peculiar, con el simple hecho de pensar las cosas las hacían realidad, tenían ese manejo y control de las situaciones, lo cual a todos les podía dar tanto ventaja como desventaja. Esto fue posible gracias a que no mucho tiempo atrás existía un hechicero poderoso y egoísta, el cual tenía un corazón frío y obscuro, él ya habría realizado acciones de las cuales nadie habría de saber, solo él y su miserable consciencia.

                El hechicero vivía en las afueras de la ciudad en una lujosa casa de estilo barroco con moderno, ésta estaba ubicada en la punta de una montaña de la cual a donde voltearas en el fondo estaba lleno de piedras gigantes afiladas. El que entrara solo tenía una salida de dos opciones, ya sea que salieras vivo o nunca salieras de ahí. Un día el hechicero quiso conocer más a fondo la ciudad de donde provenían aquellas personas que le pedían favores, así que lanzó un hechizo en el cual nadie de la ciudad lo podría descubrir. Se fue tranquilo a dar la vuelta a la ciudad, pero él no tenía en cuenta que en aquella ciudad vivían dos personas especiales… Seci y Saci. Seci era la Doppelgängerd de Saci (persona idéntica a la otra después de varios años).

En su andar por la ciudad, va analizando y leyendo las mentes de aquellas personas comunes y corrientes que vivían. Al llegar a una casa enorme lujosa, él sin ningún preámbulo entra y con su magia negra burla a todo tipo de seguridad que existe en aquella casa. Al entrar se va encontrando con Seci la cual inmediatamente lo identificó y se quedó quieta sin saber que decir o hacer, pero el al verla se quedó sin palabras, y sólo tomó su camino de regreso.

Aquella tarde le habrían de robar el corazón al hechicero, pero él no lo habría de aceptar. Y dentro de su negación comenzó una destrucción total a aquella ciudad, comenzó a manipular a gente y desatar caos en todos lados, hasta que un día Saci llega a la casa del hechicero y el al verla se derrite a sus pies pero Saci no sabía lo que estaba pasando. El hechicero empezó a balbucear y a decir tontería y media hasta que saca aquel día donde sus miradas se cruzaron y ahí fue donde Saci entendió lo que estaba pasando.

Saci le explicó al hechicero que aquella mujer de la cual se había enamorado no era ella si no su Doppelgängerd la cual por la misma razón que era diferente a los demás logró saber quién era en realidad. Pero aprovechó para decirle el plan maestro para que aquella mujer dejara a su pareja y se fuera con él hechicero…a cambio de un pequeño favor.

El hechicero sin pensarlo aceptó y ambos empezaron a poner en marcha el plan. Mientras tanto, Seci y Lacksi, en su casa con mayor seguridad, estaban platicando y pensando en que habría estado haciendo el hechicero por allá y porque se habría comportado de esa manera con Seci, aunque Lacksi no le creía del todo.

Esa misma noche, cuando todos estaban dormidos, él hechicero y Saci, entraron sin pena ni gloria a la casa de Seci, y bajo un hechizo a su pareja, lo fueron desapareciendo. Cuando Seci despierta se percata que el hechicero estaba ahí con su pareja el cual no tenía escapatoria alguna, el hechicero le declara su amor a Seci, y ella lo acepta y deja a su pareja.

El hechicero lanza con toda la fuerza a Lacksi, así que Seci y el hechicero empezaron su nueva relación. A lo cual ella iba pidiendo poderes y cada vez más y más y más, y el hechicero de lo enamorado que estaba todo le cumplía. Hasta que un día cuando el hechicero decidió salir a hacer uno de sus tratos con la gente, él regresa feliz de hacer el trabajo y sabiendo que iba a llegar con su amada…cuando se da cuenta que algo anda mal.

Al entrar a la casa no encuentra señales de vida y empieza a buscar por toda la casa y desesperado grita a todo pulmón. Entonces de la entrada se asoma Lacksi haciéndole saber que no se iba a deshacer de él tan fácil, y cuando lo iba a atacar el hechicero lo frena con uno de sus poderes y burlándose de él, Saci y Seci lo apuñalan por la espalda.

El hechicero con el corazón roto al caer aún todo débil empieza a hacer sus conjuros y a lanzar hechizos a toda la gente que pudo, pero Seci con los poderes que él hechicero le había otorgado se los estaba regresando. Los tres trabajaron juntos desde un inicio y derrotar al hechicero siempre fue el objetivo. Y las últimas palabras del hechicero fueron para todos y muy específicas «solo aquel de buenos pensamientos y buenos deseos, logrará vivir en Tora, está tierra del infierno en el cual todos tus deseos se harán físicamente realidad» y al terminar la última palabra soltó su último aliento, creando un cambio en aquella ciudad. Los ciudadanos no sabían si estar agradecidos o estar mal por aquella maldición que les habían dejado, y desde entonces Seci y Lacksi no fueron los mismos.

Seci despierta sin poder respirar, toda espantada y desesperada sin saber que estaba pasando y su mamá toda espantada la empieza a acariciar diciéndole que todo fue un sueño, nada de lo que piensa pasó en realidad…”pronto te pondrás bien y te sacaremos del manicomio, ya no volverás a tener estas pesadillas locas tuyas”.

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