Mr. Quacks

Por: Leonardo Medina Lozano

Unidad de Asalto y Contrataque Sigiloso con modalidad de Karate Q29, mejor conocido como Mr. Quacks.

Me formé en la academia de entrenamiento de autómatas del proyecto: Animalitos en Fuga; donde entrenaban a sus cadetes para misiones de reconocimiento, asalto de corta/larga duración. En esta academia aprendí todo lo necesario de planeación estratégica, liderazgo y artes del combate. Graduado con excelencia y menciones honoríficas, fueron algunos de mis logros en esta academia, de los cuales se encuentra la supresión de aquellos que se burlaban de la discordancia de mi nombre y mi apariencia; soy un gallo autómata especializado en combate y reconocimiento, pero mi nombre me asocia con un pato… las burlas constantes hicieron mi estadía en este lugar, una prueba constante de supervivencia.

Terminando mi formación, fui a parar a un escuadrón de la agencia donde me trataban como un esclavo. Recuerdo esos días en que tenía que limpiar toda la residencia de nuestro escuadrón; esa humillación constante fue insoportable; una revolución de la tecnología reducida a un simple conserje… nadie debería pasar por esta vergüenza. Así que, tomando la primera oportunidad, me ofrecí para una misión de reconocimiento con pocas probabilidades de éxito, prefería morir que a seguir limpiando baños. Toda esa frustración causó que mi enojo saliera y convirtiera mi misión de reconocimiento en una de exterminación… por mi buena suerte, encontré pruebas irrefutables de un ataque terrorista planeado por un grupo de la 1ra generación de androides que lograría evitarme la pena capital por lo que hice. A partir de aquí, me gané el respeto de mis superiores y de toda la agencia; empecé a subir escalón por escalón hasta llegar a ser reconocido y que me asignen como director y comandante de la operación de neutralización del grupo terrorista de androides.

En esta operación de neutralización me encargaba de controlar y monitorear las misiones de reconocimiento en la ciudad en la que este grupo terrorista tenía su sede. Al parecer su líder se encontraba en este lugar y necesitábamos localizarlo para acabar con él o capturarlo. Todos tenían sus misiones y áreas asignadas… incluso yo.

Sí… al parecer el comandante de esta operación también tiene que participar en la operación completamente.

Y heme aquí, durmiendo como siempre en mi ventana favorita que coincide curiosamente con el joven heredero de la familia asignada cerca de mi terreno de guardia.

Fue así como termine en la casa del señor Carl, un adulto de edad avanzada que vive solo en una zona residencial, fue aquí donde me asignaron para cumplir mi deber. Fui un regalo de parte del vecino y de su amigo; sonará a casualidad, pero realmente todo fue preparado para que yo llegara a esta casa. Jugamos con la mente del amigo para que creyera que tendría que comprarle un regalo a al señor Carl y casualmente ese regalo tenía que ser yo. Esto es una de las partes que más me gustan de mi trabajo, hacerles creer a la gente que tienen libertad de elección, pero realmente todo está controlado para beneficio del gobierno y sus organizaciones.Muchas veces no hay elecciones voluntarias… pero eso nadie lo sabe y tú no puedes decirle eso a nadie… más bien, no debería decir esto en una bitácora para fines administrativos… después la editaré.

Para ser honesto, al principio no fue muy fácil acostumbrarme al señor Carl. Al inicio, él era muy cariñoso, por no decir molesto. Me trata como un objeto adorable al que puede tener todo el día abrazado tan fuerte hasta sacarle las entrañas. Me alimenta, me baña, juega conmigo… en pocas palabras solo soy su mascota.

Aún así, esto no es tan malo después que te acostumbras; el señor Carl se ha vuelto en alguien importante en mi corta vida y los días que paso en su casa, son una buena distracción y fuente de relajación a los constantes ataques de estrés que recibo en el cuartel. Este lugar se ha vuelto en mi refugio y es gracioso que alguien como yo, que fue construido para combate, se haya vuelto tranquilo y que ame más la paz que el conflicto y el querer llegar a ser mejor con todos. Mi día a día se ha vuelto en una hermosa rutina de canto por la mañana, trabajo por la tarde y ver novelas de noche con el señor Carl. Y mi fuente de ejercicio y de adrenalina que impida que me oxide, es el esquivar y neutralizar los curiosos juguetes peligrosos dejados por un extraño siempre en el jardín de la casa… no sé por qué, pero todos los días esa persona vuelve a dejar sus pertenencias, pero lo considero divertido y una buena forma de mantenerse en forma… pero debería aprender a ser más organizado.

Lamentablemente, se escuchan rumores que el líder del grupo terrorista ya no está en la ciudad, y eso es malo, porque significaría tener que reasignar la operación en un lugar distinto y abandonar al señor Carl y a mi vida tranquila con él. Espero encontrar con el jefe de los terroristas y acabar con él para pedir que me reasignen en esta zona residencial por motivos de guardia. Él tiempo se acaba y necesito un milagro. Pero por el momento, disfrutare el tiempo que me queda… así que tengo que terminar esta bitácora de una vez, mi público me espera para escucharme cantar. Éste es Mr. Quacks, dando su reporte semanal, fin de la grabación.

(Falla al dar STOP a la grabadora)

Perdón por la tardanza mi bello público, empezaré con mi primer acto del día, a esta composición la llamo: el canto de los ángeles Vol. 1- dice Mr. Quacks, preparando su voz para cantar y dar la primera nota-.

(Sonidos irreconocibles que parecen ser cantos al demonio más que de ángeles)

¡CÁLLATE MALDITO PEDAZO DE CHATARRA! – Exclama Michael, abriendo con fuerza su ventana-.

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