Alma digital (parte 1)

Por: Luis Fabián Sigrist Hernández

Un estruendo logró despertar a Tobio Deuce de su letargo y lo hizo recuperar la consciencia. Lo primero que notó es que estaba encima de una cama de metal con varios cables a su alrededor. La sala brillaba con un brillo carmesí y una alarma no paraba de sonar. Todavía confundido Tobio logró ponerse de pie sosteniéndose de la segunda cama de metal a su derecha y reconoció el peligro en el que se encontraba, su plan funcionaba, una caldera se sobrecalentó y un incendio se propagaba por las instalaciones.

Debía salir de ahí ya.

No hallaba a sus secuestradores por ningún lado, poco quería ver a los perturbadores autómatas con rostro humano, tampoco estaban sus pertenencias importantes, recordó que lo habían despojado de ellas. No había tiempo para lamentar la pérdida de su códex, visor y audífonos, ni de su compañero “Teo”.

Salió corriendo de la sala hacia un pasillo que empezaba a llenarse de humo. Al fondo del pasillo vio la salida de emergencia cerrarse tras de alguien. No había otra manera de salir de la instalación B. Iba a emprender la carrera de 20 metros hasta que notó un objeto en el suelo. Era un códex de modelo antiguo, probablemente un modelo de 10 años atrás. La carcasa era gruesa y con bastantes puertos distintos antes de la unificación al puerto multifunciones USB tipo E. Tobio recogió el gadget y comprobó que aun encendía, aunque la pantalla se encontraba estrellada. Una fugaz idea cruzó su mente.

Corrió en dirección contraria a la salida, necesitaba encontrar un puerto de acceso a la red. Entró a una bodega amplia donde se guardaban partes defectuosas para su recicló y fijo su curso hacia el intercomunicador viejo de la pared contraria. Antes de completar su recorrido fue sorprendido desde la derecha por una voz monótona que gritaba:

– ¡Intruso, deténgase!

Volteó y ahí estaba, vestido como un guardia. Parecía humano a primera vista, dos manos, dos pies, un rostro, pero lo delataba el daño en el tórax. En el costado derecho de su torso se podía ver que había un agujero del tamaño de una pelota de beisbol, su atuendo se había hecho jirones ahí y piel rodeaba la herida, pero no había carne debajo de esa piel, se podían distinguir barras de metal horizontales que simulaban ser costillas de un esqueleto de metal y diversos cables que hacían corto entre ellos.

Lo que había enfrente de Tobio era un Homun-4 y le estaba apuntando con un arma.

– Identifíquese intru…

No alcanzó a terminar su frase, un cable en su costado hizo cortocircuito y causó que el “guardia de seguridad” soltara su pistola al suelo. Tobio no dudó y recogió el arma. Se abalanzó sobre el guardia que aun no se recuperaba. Apuntó el cañón debajo del maxilar inferior y jaló el gatillo. El disparo destruyó el computador central dentro de la cabeza del robot. El cuerpo cayó al suelo.

El arma le podía servir si encontraba otro Homun-4 que no hubiese sido desactivado. Ya había perdido mucho tiempo así que saltó hasta el viejo intercom al fondo de la bodega. El intercom estaba descompuesto pero su plan aún podía funcionar. Arrancó el pedazo de chatarra de la pared y desconectó el cable de datos detrás del mismo. Conectó su códex recién robado y abrió el chat esperando que aun hubiera alguien que recibiera su mensaje.

– ¿Teo, aún te encuentras ahí? – preguntó a la aparente nada y tras un instante que le pareció eterno, por fin recibió respuesta

– Prometeo-12 reportándose- respondió una IA en la red – Aquí me hallo según lo planeado, pero, ¿Qué haces tú aún aquí, Tobio? Creí que siguiendo el plan estarías fuera de la instalación

– Mi parte del plan sufrió contratiempos. ¿Hiciste tu parte?

– Sin problemas, me escondí en el sistema después de activar el virus, el protocolo de emergencia no funciona ahora.

– Motivo suficiente para salir de aquí de inmediato. Descarga tus datos a este códex viejo y vámonos de aquí.

Tobio esperó a que su incorpóreo compañero subiera su ser al viejo aparato y desconectó el dispositivo. Giró en dirección a la salida que casi ya no se podía ver debido al humo que entraba desde el pasillo y con todas sus energías salió corriendo a toda velocidad.

El pasillo estaba aún más lleno de humo. A su derecha apenas se podía distinguir la luz verde de la salida de emergencia, antes de emprender la carrera hacia su salvación notó que las llamas empezaban a consumir el otro lado del pasillo. Más allá se veía el incendio al interior de la planta y a algunos autómatas aún encendidos tratando de detener el fuego sin éxito. Uno de ellos se percató de su presencia y corrió hacia Tobio. El chico no perdió mas el tiempo y se lanzó hacia la salida lo más rápido que pudo.

Cruzó la puerta y la cerró de golpe. Afuera de la puerta había un montón de chatarra, la instalación B parecía abandonada por fuera y servía de lugar de deshechos extra oficial. Tobio Sabía que el autómata llegaría a la puerta y la abriría con su descomunal fuerza, así que debía trabarla. La pila de basura a su izquierda contaba con varias barras de acero, usó una para trabar la puerta y se alejó apuntando con el arma recién robada.

El autómata chocó con la puerta e intentó abrirla, pero no pudo moverla. Satisfecho con sellar la vía de escape de la instalación y encerrar todo ese proyecto Tobio emprendió la huida antes de que llegaran las autoridades al parque industrial. Alguien ya debía de haber reportado que las instalaciones de Noxcorp estaban en llamas.

Evitó las luces y corrió escondido de la vista de cualquiera hasta que llegó a la estación de metro del parque industrial. Justo cuando iba llegando vio un tren dejar la estación con un solo pasajero. Tendría que esperar un tiempo hasta que llegara el siguiente.

Sacó el códex y llamó a Teo, tenía que informarle los últimos sucesos debido a que el códex robado no contaba con sensores para conocer el mundo exterior. Tras poner al tanto su amigo se dejó llevar por sus pensamientos y recordar todo lo que había pasado los últimos días:

Una semana atrás había cumplido dos años trabajando para Noxcorp como ingeniero de proyecto en el área de desarrollo e investigación. Era un milagro que consiguiera tal puesto saliendo directamente de la Ingeniería.

 Noxcorp no era una empresa ordinaria. Fundada 30 años antes justo después de la guerra de recursos del año 2030 y la crisis económica que le siguió en el 2032, Noxcorp se volvió la única empresa proveedora de mano de obra competente en el mercado. Su primer modelo autómata, el Homun-1, representaba el 50% de la fuerza de trabajo manual en el país. Su desarrollo en software también era esencial al utilizar inteligencias artificiales para administrar y dirigir plantas, así como modelos más austeros que servían de asistentes inteligentes. Teo era uno de estos últimos.

Prometeo-12 venía integrado en el primer códex de Tobio, un regalo de sus padres cuando entró al bachillerato, meses antes de que fallecieran en un accidente. Tobio rápidamente aprendió de la inteligencia y añadió mejoras de software. Teo no solo podía administrar mensajes o realizar búsquedas después de las modificaciones de Tobio, gracias a integrar varios gadgets entre ellos integrar realidad aumentada a los lentes de prescripción de Tobio y unos earbuds, Teo podía analizar lo que veía Tobio y dar información detallada y cálculos importantes con pedirlos, así como administrar sugerencias de código o diseños para cada proyecto. No era raro ver ingenieros y administrativos interactuar con sus IAs en horarios laborales, así que a Tobio se le permitió conservar su extraño compañero en su trabajo sin cuestionar la verdadera capacidad del ser modificado

Las IAs estaban en todos lados en el sector laboral de Tobio, de hecho, fue recibido por una de las mas avanzadas: Juno. Juno fue un caso especial para la compañía, fue programada con el propósito de mejorar la vida humana y administrar los escasos recursos disponibles después de la guerra. Juno le administraba sus tareas a Tobio, así como le pedía reportes de sus avances. Al inicio le causaba una extraña inconformidad el trabajar siendo supervisado por algo que no era humano, pero se adaptó después de un tiempo, había gente que nunca se adaptaba y terminaban despedidos. Ser despedido de una empresa tan grande significaba la ruina laboral así que siempre se esforzaba.

Tobio llevaba poco menos de un año realizando investigaciones revisando las capacidades de los modelos Homun-3 y añadiendo mejoras para algún futuro modelo. La tercera generación de autómatas contaba con un diseño mejorado y un esqueleto de titanio para evitar posibles daños a sus componentes internos, el único punto que no estaba blindado se encontraba debajo de su mandíbula, por ahí se podía llegar a dañar la computadora central del robot, pero no podían quitar la debilidad sin comprometer la anatomía del rostro del autómata

Las últimas investigaciones de Tobio iban encaminadas en usar una piel sintética sobre el esqueleto del robot para mejorar las relaciones humano-maquina al momento en el que los usuarios interactúen con el producto. A veces a Tobio le daban escalofríos el trabajar cerca de esos autómatas tan parecidos a seres humanos, pero había siempre algo que los diferenciaba de humanos reales…

El sonido del tren llegando a la estación sacó a Tobio de su trance, se acercó para abordarlo al momento en que se abrieron las puertas. El tren estaba completamente vació, no necesitaba chofer ya que un Wheelie (inteligencias artificiales de capacidad limitada que solo eran aptos para conducir vehículos) era el conductor.

Se sentó cerca de la puerta volvió a abrir el códex. Notó que eran las 2 AM, su hermanito debería de estar muy preocupado. Dolos tenía solo meses de nacido cuando el accidente se llevó a los padres de ambos, durante un tiempo vivió con la abuela de Tobio, pero cuando ella ya no pudo cuidarlo Tobio se encargó de él justo antes de empezar la universidad. Por un tiempo el dinero no fue problema, había quedado algo para ellos en la herencia y se pudo sostener los estudios de Tobio y las necesidades de Dolos. Dolos tenía 10 años ya y era un niño bastante autosuficiente, así que Tobio podía dejarlo en casa cuando trabajaba, pero ya se había pasado por mucho su hora de llegada.

Solo le quedaba esperar para llegara a su destino así que siguió divagando en los sucesos de la última semana:

Había una forma efectiva para diferenciar a los seres humanos de los Homun con apariencia humana. Debido a su naturaleza exacta los Homun parpadeaban cada 7 segundos con un doble parpadeo sin falta. No podía ser aleatorizado ese proceso. Tampoco podían reaccionar de una manera empática a situaciones externas, su capacidad de computación no les permitía mostrar emociones de una manera efectiva ya que mucho espacio en la memoria era usado para las funciones motrices y capacidades cognitivas.

Le daban escalofríos a Tobio de pensarlo. En el ultimo mes había hecho ciertos avances en programar una forma de disimular el hecho de que son robots bajo órdenes de Juno.

Fue alrededor de ese tiempo cuando notó algo raro con algunos compañeros suyos. Alan, la persona mas irresponsable pero extremadamente creativa que había conocido Tobio de repente entraba a su hora y se quedaba a horas extra. Lorelai que siempre hablaba con cariño de sus gatos y lo costoso que es mantenerlos después de la guerra dejó de mencionarlos. Dereck que siempre se quejaba de como su esposa exigía más de él en la relación dejó de ventilar sus problemas maritales y contaba como no les podía ir mejor como esposos. Parecían otras personas, pero se veían y hablaban como ellos. Fue 5 días atrás que hizo la conexión de su inconformidad: todos parpadeaban cada 7 segundos.

No podrían haber sido todos reemplazados con la nueva generación de autómatas ¿verdad? Teo también había notado el ligero cambio en los patrones de los compañeros de Tobio y entró en contacto con las IAs asistentes de todos y dio con un extraño descubrimiento. Todas las IAs tenían agendada alguna vez una visita a la instalación B de la compañía, pero hacían falta datos justo después de la visita programada y seguía con normalidad la agenda de todos.

Después de descubrir esto 2 noches atrás Tobio fue a revisar la instalación B, supuestamente abandonada y se percató de actividad inusual en esta. De noche la fabrica de modelos viejos operaba crear nuevos autómatas. Tobio logró ver la inscripción en uno de los esqueletos “Homun-4”. Conectó los puntos y pudo concluir que Juno utilizaba las investigaciones de Tobio para crear la siguiente generación de la serie Homun y empezó a reemplazar empleados que consideraba ineficientes, siguiendo así podría reemplazar a cualquier persona.

Antes de concluir su infiltración notó la ultima pieza que salía de la línea de producción. Lo que vio casi lo paraliza: era un Homun hecho a su imagen. Ya tocaba su turno de ser reemplazado.

Ideó un plan para poner fin a la operación y a Juno. Sabía que Juno habitaba un procesador oculto dentro de la instalación B debido a que escuchó a sus compañeros mas veteranos decir que se necesitaba mucha capacidad de procesamiento y dentro de lo poco aún funcional en la instalación B estaba el sistema de enfriamiento más efectivo para una tarea de ese calibre.

El plan era peligroso y debía realizarse con cuidado. Tobio se infiltraría en la instalación B y subiría una copia de Teo a la red del sistema. Teo activaría un virus que alertaría al firewall y asilaría a Juno de la red hasta que el sistema estuviera libre de este. Sin la intervención de Juno entonces Teo cambiaría los protocolos en caso de incendio y desactivaría el sistema de aspersores y espuma para que fallen. También cortaría el acceso a la red externa para aislar efectivamente a la IA Juno dentro de la instalación en llamas.

Tobio se encargaría de desconectar el sensor de temperatura y presión de la caldera principal para que falle y cause un incendio.

Todo iba de una manera espectacular con el plan, pero en un descuido después de desconectar los sensores fue descubierto por uno de los Homun-3 que hacía sus rondas. Fue aprehendido y rodeado por una variedad de Homuns entre los que destacaban ya algunos Homun-4 listos para reemplazar a alguien.

Tobio recordó que Teo, o al meno la copia de su amigo que cargaba consigo, no sabía lo que había ocurrido mal con su parte del plan, así que decidió compartírsela:

– Fui descubierto al momento del escape – le comunicó a su amigo dentro del códex

– ¿En serio? ¿Te hicieron algo?

– Me llevaron a una sala cerca del pasillo de salida, me despojaron de mis pertenencias, entre ellas mis gafas, audífonos y el códex en donde estaba el otro tú.

– Por eso tuviste que volver por el yo que se iba a sacrificar

– Exacto.

Y continuó con sus sucesos:

– Dentro de la sala había dos camas de metal con múltiples cables saliendo de ellas. Fue escalofriante ver que ya tenían algo preparado para mí

– ¿?

– Tenían mi reemplazo listo en la mesa de la derecha, creo que en ese momento el antivirus de la red ya había eliminado el virus que inyectamos y Juno estaba en operación porque vi su avatar en una pantalla

– Nunca me ha gustado como la representan

– Ni yo. Ordenó que me pusieran en la cama libre a la izquierda y explicó a detalle que las camas estaban hechas para recibir mis recuerdos y experiencias y pasarlos a mi reemplazo Homun para que realice sus operaciones.

– Tétrico

– Mucho. Me pusieron sobre la camilla metálica, abrocharon unas esposas eléctricas que me mantenían en mi lugar y empecé a sentir como mi consciencia se desvanecía. Después solo recuerdo despertar, el incendio ya había empezado y una explosión en un tanque de gas (quizás el usado para soldadura) logró soltarme del trance y fui a por ti.

– Me alegra que lo hicieras

– Ya estamos llegando a nuestra estación. Te informaré en la mañana si logro encontrar un mejor códex para guardarte

– Entendido compañero

El tren desaceleró al llegar a la estación y Tobio se bajó rápidamente del vagón.

Su departamento quedaba cerca de la estación solo a 2 calles de distancia. Empezó a preparar una excusa para decirle a Dolos del por qué llegaba tan tarde.

Fuera de su edificio se detuvo. Desde donde estaba podía ver la ventana del cuarto de Dolos. La luz estaba encendida y se veía que había actividad. Dolos hablaba con alguien.

Sin conocer el motivo Tobio se ocultó detrás de los arbustos a observare l cuarto de su hermano.

Dio otro vistazo y no pudo creer lo que sus ojos le decían. Ahí estaba él arropando a su hermano pequeño. Se veía como él, se movía como él, hablaba como él por lo que podía escuchar. Pero no era él, de eso estaba seguro, no podía ser el mismo Tobio dentro del cuarto

No

Tobio se dio cuenta que el ultimo plan de Juno había resultado.

Él había sido reemplazado

Deja un comentario