El último aplauso

Por: Vania Odette Rodríguez García

La Tierra lleva tiempo vacía, sin ningún tipo de vida.  La humanidad la ha abandonado hace tiempo y sin razón aparente, tenían la tecnología y los recursos.  Exploraron otros mundos en busca de un lugar donde establecerse y prosperar. A lo largo de este gran viaje, los humanos no solo se adaptaron a los entornos desconocidos, sino que también se encontraron con otras especies.  El planeta ha pasado a pertenecer al programa espacial «6748». Ellos han utilizado satélites de gravedad para impedir los efectos del Sol en el planeta, pero se les ha acabado el interés por seguir financiando para un planeta sin habitantes.

A través de cruces genéticos y una evolución, surgieron nuevas formas de vida que combinaban las diferentes especies. Así, la raza humana evolucionó y se transformó en seres únicos, con características y habilidades que les permitieron sobrevivir en los nuevos mundos que encontraron. Sin embargo, no quedó nadie en la Tierra.

La estación espacial de observación Plataforma X está organizando un evento para contemplar la destrucción de la Tierra. Estamos en el año 9.000.000.000, la Tierra acabará siendo engullida por el Sol al final del todo. Los ricos y poderosos del universo podrán contemplar el fin del mundo en primera fila desde la plataforma, que tendrá lugar en alrededor de 30 minutos. La estación tiene sistemas automatizados y en ella trabajan seres humanoides de piel azul.

El último pseudo-humano abordo es un ser extraño y desconcertante, cuyo cuerpo ha sido consumido por innumerables cirugías estéticas en un intento desesperado por mantener su juventud y belleza. Ha alargado su vida a través de más de 700 operaciones, hasta convertirse en una vil pieza de piel, con ojos y boca, conectado con el cerebro que reside en un tanque. Su piel ha de ser continuamente hidratada para evitar que se seque.

Me da lástima, pero también es el último vestigio de la humanidad tal como la conocemos, y todas estas personas… bueno, seres mestizos creen que así lucíamos todos los humanos ya que, Cassandra se considera a sí misma la última humana pura, y al resto de la raza humana unos mestizos.

Mientras tanto, el mundo se desmorona a nuestro alrededor, los Custodios revelan que han convocado a este grupo para mostrarles el mayor descuido de la humanidad y su capacidad para simplemente ignorarlo y huir. A medida que presencian el fin del mundo, cada uno de los mestizos se enfrenta a sus propios arrepentimientos. Finalmente, la destrucción es inminente.

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