Underworld beasts 2

Por: Ángel Ricardo Melo Casillas

Rodna entera se pregunta cómo es que fueron capaces de detener aquel ataque tan masivo. Los sabios y los oráculos están sorprendidos ante aquella sorpresa, el evento se salió por completo de lo esperado, la capital debió caer en aquel ataque.

Sin embargo, aquel niño poderoso logró detenerlo. Gabriel debe recuperarse, tiene heridas muy graves en todo el cuerpo. Los padres de Gabriel, Isra y Ángel, los abrazan llorando, pues se enteraron de lo que los niños se atrevieron a hacer, sin embargo, estos chicos decididos en seguir adelante continúan su entrenamiento en la academia.

Así pasa el tiempo, cinco años han pasado desde entonces. Gabriel ha mejorado, sin embargo, aún no es capaz de dejar salir todo su poder, ha continuado su entrenamiento en la academia, y por lo tanto ha conocido a muchas otras personas. El director Surge tomó la responsabilidad de cuidarlo, ha sido duro con Gabriel, pues teme a que este se salga de control y no distinga entre enemigo o aliado. Por otro lado, los Aigu no han podido planear otro ataque hacia la humanidad, pues la entrada a Rodna quedó totalmente bloqueada debido al cráter que causo Gabriel, por lo que se han concentrado en progresar considerablemente durante estos cinco años, al igual que los humanos.

Rodna no es el único reino en peligro de ser atacado por los Aigu, el reino de Crystadia, y el reino de Celestoria, corren con el mismo peligro, al ser los más cercanos a Rodna. A pesar de tener gran parte del territorio del planeta dominado, debido a los previos ataques, los humanos han visto la forma de recuperarlo, sin embargo, es muy complicado teniendo en cuenta el poder de estas bestias.

Gabriel conoció a una chica llamada Aislin, la cual ha sido su amiga desde que se recuperó de sus heridas. Aislin es la hija del nuevo comandante del ejército de la capital, el cual vino directamente de otra ciudad de Rodna llamada Seraphis para ayudar a la capital, debido al gran riesgo que conllevaba en ese entonces que cayera la capital. Aislin es una chica valiente y decidida, no se deja doblegar ante nadie, sin embargo, su padre no la deja ser un soldado, pues piensa que es demasiado peligroso para ella, a lo cual Aislin decidió ser un apoyo para el ejército, más específicamente en los estudiantes de la academia, por ello es que conoció a Gabriel.

También se hizo amiga de Isra, Sebastián y Ángel, han mejorado mucho en estos cinco años. Se les estaba a punto de encomendar su primera misión importante, era una misión de reconocimiento, debían explorar territorio Aigu y sacar toda la información posible de ahí, era una misión muy peligrosa debido a que cualquier paso en falso podría significar su captura, sin embargo estos tres no rechazaron la misión y se pusieron manos a la obra. Gabriel no fue llamado a esta misión, el director Surge decidió prohibírselo, debido a que teme que este se salga de control y cree un desastre, al ser una misión de reconocimiento debían priorizar el sigilo y cuidar sus movimientos.

“En verdad me gustaría ir con ustedes, me siento inútil al quedarme aquí”- Exclamó molesto Gabriel.

“No te preocupes, amigo ya llegará tu momento, ahora concéntrate en lo que puedes hacer”- Le dijo con voz tranquila Sebastián.

“Tengan cuidado, chicos. Esto puede llegar a ser muy peligroso”- Les mencionó con voz preocupada Aislin.

Sin embargo, los chicos ya sabían en qué se estaban metiendo. La hermana de Isra, fue a verlo antes de que se fuera, le dio un amuleto que le pidió llevar en todo momento, y le prometió que ese amuleto lo cuidaría de cualquier mal.

“Cuídate mucho, hermanito; recuerda que debes volver a casa sano y salvo, te estaré esperando”- Dijo sonriendo Miroi su hermana. Las lágrimas brotaron por los ojos de Isra y la abrazó. Después de que Sebastián y Ángel abrazaran a sus familias respectivamente, decidieron partir, llevaban todo lo necesario, comida agua, y muchas provisiones, pues sería un largo y peligroso viaje. Tuvieron que tomar un atajo para salir de la ciudad, debido a que en la puerta principal se encontraba el gigantesco cráter. Después de un rato de caminar, los chicos encontraron el primer asentamiento Aigu, había niebla y parecía inhabitado, sin embargo, aquellas desastrosas condiciones eran normales para ellos. Los chicos lo pensaron y al no ver mas asentamientos alrededor, decidieron atacarlo.

“Bien chicos, debemos ser cuidadosos, sean exactos y no hagan tanto ruido, no queremos que pidan refuerzos”- Mencionó Sebastián.

Ángel e Isra asintieron y se pusieron manos a la obra. Ángel usó el poder de hielo para congelar a uno de los Aigu sin que los otros se dieran cuenta, mientras que Isra y Sebastián, eliminaron a los otros Aigu, al ser un asentamiento pequeño no tuvieron problema alguno.

“Bueno, eso fue fácil; ahora descongelen al que quedó”- Exclamó Sebastián.

Dejaron la cabeza del Aigu al descubierto y comenzaron a interrogarlo en busca de información, el Aigu se negó completamente, pero Ángel hizo que del hielo salieran púas para hacerle daño y que hablara. El Aigu les confesó sobre varios ataques que tenían planeados, pero que jamás se efectuaron, sin embargo mencionó algo que los dejo completamente paralizados: el Aigu mencionó que desde hace un tiempo desarrollaron la habilidad de transformar su cuerpo, a lo que han utilizado esto para mezclarse entre humanos, lo que dejó a los chicos sorprendidos. No pensaron escuchar tal información, después de congelarlo por completo, decidieron seguir su viaje, pues debían encontrar más asentamientos para tratar de reducir la probabilidad de ataque. Decidieron detenerse a descansar en un bosque que estaba más adelante, el anochecer se acercaba peligrosamente, por lo que eso significaba que debían regresar, de lo contrario podrían ser atacados durante la noche, lo cual podría ser fatal para ellos, entre ellos conversaron antes de levantarse.

“No lo sé, a veces pienso que esto podría ser demasiado peligroso, que sería mejor no hacerlo”- Exclamó Ángel,

“Amigo, tranquilo, estaremos bien, pero si en verdad eso sientes entonces debes hacerle caso a tu sentir”- Le dijo Sebastián.

Ángel se asusta fácil y piensa que en realidad esta en peligro de morir, pero sus compañeros están ahí para ayudarlo y sabe que no está solo. De la nada se escuchan pasos fuertes, que hacen temblar el suelo un poco, se trata de un Aigu rojo, el más fuerte y grande que hayan visto. Los chicos se sorprenden y se ponen en posición de ataque, los chicos están asustados, pero a pesar del miedo deciden enfrentar a la bestia gigante.

“Tal como lo practicamos, no rompan la formación” Les dijo Sebastián. Y así fue como lo hicieron, Isra usó el poder del dendro para detener al Aigu, Ángel congela las plantas para así hacer difícil al Aigu moverse, y mientras, por un lado, Sebastián carga su ataque, una poderosa estocada de rayo, que acabaría con el Aigu de un golpe; sin embargo, este era tan fuerte que se liberó fácilmente lo que dejó a los chicos completamente sorprendidos.

“Escuchen, yo lo distraeré mientras ustedes lo atacan por la espalda”- Gritó Sebastián.

Entonces Isra y Ángel se pusieron manos a la obra; mientras Sebastián luchaba mano a mano con la bestia, resistiendo sus ataques, Isra preparaba el máximo poder que su elemento podía dar, mientras que Ángel trató de congelar su espada y así lograrle asestar un golpe decisivo. El Aigu era muy fuerte, pero los dos chicos combinaron sus ataques, lastimando considerablemente al Aigu, pero esto no fue suficiente. Este mismo ardió en ira, lo cual provocó que tomara un color más intenso.

“Es mi turno, ¿recuerdan el ataque que les mencione hace unos días? Es la oportunidad, debo efectuarlo si queremos ganar”- Les dijo Sebastián a Isra y Ángel.

Estos mismos lo entendieron al instante, así que era su turno distraerlo. Dieron todas sus fuerzas, no se guardaron nada, esquivando cada golpe, mientras Sebastián corrió con todas sus fuerzas, de un lado a otro. Su idea era utilizar la velocidad adquirida para asestarle el golpe final, de tal manera que la fuerza del golpe aumentara debido a la velocidad, atributo que su elemento le permitía mejorar, y así fue, corriendo de un lado a otro hasta que les gritó a sus compañeros que se alejaran, y se lanzó con todo sobre el Aigu, atravesándolo por completo, y acabando así con él.

Los tres chicos estaban exhaustos no podían más, así que decidieron parar un poco antes de regresar a casa. No se encontraron con mas peligro en el camino, por lo que fue fácil que regresaran a salvo al reino. Una vez regresaron fueron directamente con el director Surge para comentarle todo lo que habían visto, y al Aigu gigante al que se habían enfrentado. Surge no podía creerlo, cuando escuchó que los Aigu podrían estar entre ellos, se puso a temblar, sin embargo, fue a pensar mejor las cosas para hallar una solución. Después le contaron a Aislin y a Gabriel los cuales quedaron impresionados ante tal hazaña de sus amigos. Después de la emoción del momento, Ángel fue a pensar las cosas, Sebastián se acercó a él, y hablaron de la situación…

“En serio estaba asustado, no pensé que sobreviviríamos, o mas aun, que lo pudiéramos vencer”- Dijo triste Ángel.

“Afortunadamente salimos victoriosos, pero eso no significa que sea suerte, dimos nuestro mejor esfuerzo, a pesar de estar asustados decidimos lanzarnos y actuar al respecto, decidiste actuar, eso te convierte en un héroe, no en alguien con suerte”- Le dijo Sebastián a Ángel tratando de animarlo.

Ángel volteo la mirada y sonrió a su amigo, y después de pensarlo un rato decidió quedarse en el escuadrón, sabía que tenia mucho por delante y que aún no había alcanzado su límite.

“¿Cuándo volveré a hacer cosas importantes? Me siento inútil siento que no puedo hacer nada”- Le dijo Gabriel a Aislin.

“No necesitas hacer cosas importantes o hazañas para poder destacar, a pesar de haber hecho algo increíble hace cinco años, eso no significa que sea la única razón por la cual destacas, creo que sobresales por el simple hecho de ser tu” Le mencionó Aislin. Gabriel le sonrió y agradeció sus palabras, estaba dispuesto a seguir adelante, a pesar de todo. Aunque aún había un hecho terrorífico entre ellos que invadía su mente, ahora tendrían que andarse con cuidado, pues después de la información que recolectaron los chicos en su misión, debían asegurarse en quién confiar y en quién no.

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