El último aplauso (versión 2)

Por: Vania Odette Rodríguez García

* Nota del autor: este cuento fue escrito para otra actividad previa.

En este solitario y largo viaje, la Tierra que antes llamaba hogar lleva tiempo ya vacía, sin ningún tipo de vida o señal.  La humanidad la ha abandonado hace tiempo y sin razón aparente, tenían la tecnología, los recursos y el hambre de conocer el universo.  Decidieron explorar otros mundos en búsqueda de un lugar donde establecerse y llamar hogar. A lo largo de este gran viaje, los humanos no solo se adaptaron a los entornos desconocidos y escalofriantes, sino que también se encontraron con otras especies que en su mayoría no eran amigables con los forasteros.  El planeta Tierra ha pasado a pertenecer al programa espacial “The last wave”. Ellos han utilizado satélites de gravedad para impedir los efectos deteriorantes del Sol en el planeta, pero se les ha acabado el interés por seguir financiando para un planeta sin habitantes y sin alguna cosa por la cual luchar.

A través de cruces genéticos y una evolución, surgieron nuevas formas de vida que combinaban las diferentes especies. Así, la raza humana evolucionó y se transformó en seres únicos, con características y habilidades que les permitieron sobrevivir en los nuevos mundos tan desafiantes que encontraron. Sin embargo, no quedó nadie en la Tierra, ni nadie que la recordada.

La estación espacial de observación, Plataforma X, está organizando un evento para contemplar la destrucción de la Tierra. Estamos en el año 9,000,000,000, la Tierra acabará siendo engullida por el Sol al final del todo. Los ricos y poderosos del universo podrán contemplar el fin del mundo en primera fila desde la plataforma, que tendrá lugar en un punto desierto del universo, sin ningún riesgo de salir lastimados. La Tierra creció y vivió durante miles de años, para ser destruída en menos de 30 minutos. La estación tiene sistemas automatizados y en ella trabajan seres extraños de piel azul.

El último pseudo-humano abordo es un ser extraño y desconcertante, cuyo cuerpo ha sido consumido por innumerables cirugías estéticas en un intento desesperado por mantener su juventud y belleza. Ha alargado su vida a través de más de 700 operaciones, hasta convertirse en un vil trozo de piel, con ojos y boca, conectado con el cerebro que reside en un tanque. Su piel ha de ser continuamente hidratada para evitar que se seque.

Me da lástima, pero también es el último vestigio de la humanidad tal como la conocemos, y todas estas personas… bueno, seres mestizos creen que así lucíamos todos los humanos ya que, este ser se considera a sí mismo la última humana pura, y al resto de la raza humana unos mestizos.

Mientras tanto, el mundo se desmorona a nuestro alrededor, los Custodios revelan que han convocado a este grupo para mostrarles el mayor descuido de la humanidad y su capacidad para simplemente ignorarlo y huir. A medida que presencian el fin del mundo, cada uno de los mestizos se enfrenta a sus propios arrepentimientos.

No queda más que ver el mundo irse, arder en llamas y perecer para nunca más ser recordado.

La realidad es, que te puedo describir tan a detalle toda esta triste realidad, debido a que yo soy quien maneja esta estación.

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