El guardián magnético y la alianza elemental

Por: Héctor Isaí Hernández Martínez

Liam siempre había sido un apasionado de la física. Una tarde, mientras experimentaba con campos magnéticos y de fuerza en su laboratorio clandestino, una potente descarga eléctrica impactó un cristal antiguo que había heredado de su abuela. Este cristal, llamado «La Esencia de Arkan», contenía energías primordiales del universo. La combinación de la descarga y el cristal le otorgó a Liam el poder de crear y manipular campos magnéticos y de fuerza, convirtiéndolo en el Guardián Magnético.

Al conocer sus nuevos poderes, Liam se topó con otros tres héroes con habilidades únicas: Aria, la Maestra del Viento, con el poder de controlar y convocar tormentas a voluntad. Tara, la Guardiana de la Tierra, capaz de mover montañas y causar terremotos con un simple movimiento de su mano. Hydro, el Señor de las Aguas, con la habilidad de manipular cualquier cuerpo de agua y convertirlo en una poderosa arma.

Juntos formaron la Alianza Elemental, dedicada a proteger la Tierra de amenazas interdimensionales.

Una entidad oscura, conocida como Void, comenzó a devorar planetas en el universo. Su siguiente objetivo: la Tierra. Void tenía la capacidad de absorber la energía de cualquier ser, dejando los planetas en un vacío total.

La Alianza se enfrentó a Void en una batalla épica. Mientras Hydro y Tara se encargaban de los secuaces, creando tsunamis y abriendo grietas en la tierra, Aria y Liam se centraban en Void. Aria, con sus tornados, distraía a la entidad, mientras Liam usaba sus campos magnéticos para repeler la energía absorbente de Void.

La batalla parecía inclinarse a favor de la Alianza, pero Void, en un acto desesperado, logró tocar a Liam y comenzó a drenar su energía. Justo cuando todo parecía perdido, el cristal que le había dado sus poderes a Liam brilló intensamente, creando un campo de fuerza que repelió a Void y restauró las energías de todos los miembros de la Alianza.

Con Void debilitado, los cuatro héroes combinaron sus poderes, creando un vórtice elemental que atrapó a la entidad y la expulsó de su dimensión. Exhaustos pero victoriosos, la Alianza regresó a la Tierra, siendo recibidos como héroes. Sin embargo, mientras celebraban, el cristal de Liam desapareció misteriosamente. A lo lejos, una figura encapuchada lo sostenía, sonriendo con malicia. La verdadera batalla apenas comenzaba.

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